QuehayCuba

Friday, February 08, 2008

Cuba en la carrera presidencial de Estados Unidos



El pequeño vecino al sur de la Florida está presente en la batalla electoral por la Casa Blanca. De ninguna manera es porque fuera invitada a participar, sino porque el poder económico y coercitivo de los círculos de poder en Estados Unidos tiene su guarida (hideaway) en Miami.

Los candidatos se desviven por captar los votos de ese antro de terroristas y traficantes de influencia. Hay tres que especialmente se han referido a la política que se proponen aplicar hacia Cuba si son electos: Hillary Clinton, Barack Obama y John McCain, los dos primeros del partido Demócrata y el último entre los nominados Republicanos.

Clinton se adhiere a la política seguida por Bush y dice creer que "este no es el momento ni el lugar para considerar cambios amplios y al por mayor en nuestra política hacia Cuba, incluyendo el embargo".

"Durante mi presidencia, yo espero que haya una oportunidad para revisar nuestra política hacia Cuba porque pueden haber cambios y reformas fundamentales que ameriten un nuevo enfoque."

Después de la negación anuncia la esperanza de una zanahoria. Cómo será y de qué tamaño, Hillary no ofrece precisiones. Hay que recordar que su esposo firmó la más dura de las legislaciones restrictivas contra Cuba, la Ley Helms Burton.

Obama, por su parte, da para atrás y para adelante. Dice que la política de Estados Unidos hacia Cuba ha fracasado, está a favor de Radio Martí pero en contra de TV Martí. Se ha pronunciado por la apertura ilimitada a las visitas de familiares a Cuba así como por el envío de remesas, pero está por mantener la restricción de viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba y por aferrarse al bloqueo como inductor del cambio democrático en la Isla.

Acepta negociar con un gobierno post-Fidel, ya que el retiro del líder cubano no significa que llegue automáticamente la libertad a Cuba.

John McCain es representativo de lo que piensan otros candidatos republicanos sobre Cuba.

Apoya el bloqueo contra Cuba, cree que Estados Unidos debe seguir presionando a Cuba para que libere todos los presos políticos incondicionalmente y realizar elecciones libres y justas. Hasta que se cumplan estas condiciones, no deben levantarse las restricciones porque retrasan la inevitable transición de Cuba hacia la democracia.

John McCain favorece el financiamiento por Washington a los presos políticos y sus familiares en Cuba, a los activistas de derechos humanos y a todos cuantos busquen una transición a la democracia en Cuba. Acaso hay que agradecerle a McCain que mejore la formulación de Bush de que la palabra clave es buscar la libertad antes que el orden.

McCain contó a la prensa que cuando fue prisionero de guerra de los vietnamitas, conoció que había un cubano en su campamento quien "torturaba y mataba" a los prisioneros durante los interrogatorios y que sus compañeros podían atestiguarlo. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces, casi 40 años? Y solo ahora McCain lo sacó de un rincón de su cerebro con telarañas.

En cuanto al comercio con Cuba que en su versión actual muy restringida todavía resulta beneficioso para la treintena de estados que lo realizan por los empleos que crea y la exportación de alimentos que sobrepasó hasta el 2007 los mil 500 millones de dólares, tampoco hay consenso entre los contendientes.

No hay que ser un profundo analista para darse cuenta que ninguno de los candidatos ofrece una política coherente a seguir hacia Cuba. El tiempo y la 11na administración estadounidense después de 1959, seguirán enfrentando la verdad inobjetable de una Revolución a escasas millas al sur de sus fronteras.